viernes, 22 de abril de 2011

Keynes vs. Hayek



Por Sandra Russo en la Contratapa del Pagina 12
 
A propósito de la reunión en Buenos Aires de la Sociedad de Mont Pelerin, me puse a releer algunos párrafos de su fundador, el Premio Nobel de Economía 1974, Friedrich Hayek. Descubrí a la Sociedad de Mont Pelerin cuando estaba escribiendo Jallalla, mi libro sobre Milagro Sala. 

Paradojas. Buscando contexto para hablar de una organización social de excluidos que surgió en los ’90 en la provincia más pobre de un país salvajemente neoliberal, me topé con Hayek. 

Fue a través del libro Jujuy bajo el fuego neoliberal, editado en 2010 por la Universidad de Jujuy y compilado por el historiador Marcelo Lagos, que accedí al pensamiento de la Sociedad de Mont Pelerin. Era un acierto de ese libro incluir un capítulo introductorio sobre los postulados de ese economista austríaco, era necesario pasar por Hayek para entender la pobreza jujeña.

Se ha señalado en estos días que cuando Mario Vargas Llosa habla de la libertad, se refiere a la libertad de mercado, aunque hable de las libertades individuales, que son mucho más defendibles ante audiencias masivas. 

Después de todo, también la palabra “liberal” tiene sus yeites: en algún sentido, liberales somos todos los que no somos conservadores. El liberalismo inspiró a Whitman en su Canto a mí mismo. Pero la Sociedad de Mont Pelerin no habla exactamente de poesía.

Para Hayek, el mercado era una “fuerza natural”. Habla de él hasta con cierta lírica, y no importa qué es lo que haya que sacrificarle: el mercado es un dios pagano que exige víctimas propiciatorias. 

Lo extremo del pensamiento de Hayek fue creer a rajatabla en la sabiduría de los movimientos intestinales del mercado, casi se diría que los confundió con una coreografía celestial. Sin insistir demasiado en la fe democrática, Hayek sí insistió en la idea de mercado como una matemática con leyes propias a cuyo ritmo las sociedades deben abandonarse: éstas son, más específicamente, “las leyes de la desigualdad”.


-Una nota para seguir revisando esa historia del pensamiento único.  


lunes, 18 de abril de 2011

El poder de compra de un billete de $100 es un tercio de lo que era al inicio de la gestión “K”

El poder de compra de un billete de $100 es un tercio de lo que era al inicio de la gestión “K”


Por la inflación, rinde lo mismo que $21 en 2001 y apenas $35 de lo que valía hace ocho años.

Cómo afectó a trabajadores registrados e informalesLa inflación que sufrió la Argentina en los últimos años redujo fuertemente el poder de compra de los billetes de $100 y actualmente es posible adquirir solamente un tercio de los bienes que antes podían ser comprados con ese papel.



Puntualmente, el billete de $100 rinde por estos días lo mismo que $21 de 2001 y apenas $35 de lo que valía realmente en los primeros días del gobierno kirchnerista.



El billete de mayor denominación de la economía argentina perdió desde entonces su valor real por una estampida de precios que ya acumula un avance de 370% desde la salida de la Convertibilidad y de 280% en los últimos ocho años, señala El Cronista en su edición de hoy.



"Está claro que la inflación sigue en altísimos niveles, si bien en los últimos meses se estabilizó en un ritmo más bajo. Esto no tendría ningún efecto si el salario de los trabajadores siguiera creciendo al mismo ritmo. Pero igualmente se ve que en algunos sectores esto no pasó", comentó a ese medio el analista de Econviews, Federico Bragagnolo.



El único sector que en la Argentina permite a los economistas hablar de una recuperación del salario real es el de los trabajadores privados registrados. En los últimos diez años, este segmento experimentó una mejora nominal en sus ingresos de bolsillo del 400%, que superó levemente a la inflación (370 por ciento).



"Esto se ve claramente en las paritarias y en las restricciones que tienen las empresas para conseguir mano de obra. Hoy en día, mientras calculamos una inflación del 22%, los salarios formales privados avanzan un 25% ó 26%", explicó Marina dal Poggetto, del estudio Bein & Asociados.



El resto de los sectores, sin embargo, aparece bastante más rezagado: los asalariados privados no registrados (informales) ganaron nominalmente en este tiempo un 333% y los del sector público, apenas un 209 por ciento. Ninguna de los dos alcanzó a empatar, siquiera, la suba de precios acumulada en igual período, agrega el matutino.



La caída del poder de compra del billete de $100 obligó al Central a duplicar sus esfuerzos para abastecer al sistema y satisfacer la demanda en los bolsillos de los argentinos. En los últimos cinco años, la entidad debió poner en circulación 775 millones de billetes nuevos de esta denominación. Con eso duplicó la presencia de este billete en la actividad local: por cada uno de $10, en 2006 circulaban en la economía sólo dos de $100; hoy en cambio circulan cuatro.



El efecto inflacionario fue la principal razón que esgrimieron los economistas para explicar la escasez de efectivo que atravesó la Argentina entre fines de 2010 y comienzos de este año. Y para reclamar, a la vez, que la entidad monetaria hiciera a un lado sus reparos para empezar a imprimir dinero de mayor denominación, de 200 ó 500 pesos.



En ese sentido, Bragagnolo indicó: "El sector informal es importante y el nivel de bancarización es muy bajo. En estas condiciones, el billete de $100 no alcanza y eso ya lo vimos.



La estimación que hacen en su consultora, sobre la base de un promedio entre los índices de precios provinciales, permite calcular individualmente la mejora real que percibió un salario desde la devaluación hasta hoy; o bien, durante la gestión kirchnerista.



Si el período a considerar es el de 2001-2011, el trabajador debe multiplicar su sueldo de bolsillo actual por el coeficiente 0,213; pero si desea saber cuánto representa hoy según los precios de la economía argentina previa a la asunción de Néstor Kirchner, la multiplicación debe hacerse con el coeficiente 0,357, concluyó El Cronista.

viernes, 8 de abril de 2011

A la conquista de los alimentos

Leo en el cronista comercial: Emirates Airlines unirá Dubai con Buenos Aires a partir de enero. En la volanta, se aclara: SERÁ LA SEGUNDA AÉREA ÁRABE EN ATERRIZAR EN SUELO ARGENTINO, DESPUÉS DE QATAR.

Luego, casi congratulándose, explica que las alternativas para volar a Medio Oriente o Asia desde la Argentina continúan ampliándose. A los vuelos diarios iniciados en junio de 2010 por Qatar Airways, entre Doha y Buenos Aires, con escala en San Pablo, se sumarán a partir de enero próximo las frecuencias de Emirates Airlines, que comenzará a unir Ezeiza con Dubai, ciudad de Emiratos Árabes Unidos, vía Río de Janeiro.

Sospecho que el servicio no apuesta a llevar turismo vip hacia los emiratos, sino habilitar un corredor aéreo que facilite el control de los negocios locales de los nuevos dueños de la tierra y sus derivados.

Ya en el título, me había asaltado el recuerdo de aquélla declaración del titular de la bolsa de valores de Londres, que en su visita oficial a nuestro país, dejó la frase que resuena en los odidos atentos como una profecía autoproclamada: Argentina será la Arabia Saudita de los Alimentos.

Googleé en las news, la impactante declaración pero no di con la nota que había leido en esa oportunidad. Sin embargo la frase aparece en otra nota con la firma Andrés Cisneros exvicecanciller argentino durante los 90, en la que traza un panorama sobre las perspectivas de la problemática alimentaria.

Como no puede ser de otra manera, coherente al pensamiento dominante que representaba, continua alentando las "transformaciones necesarias" para aprovechar las "oportunidades" de la globalización.

Leo con dificultad superando las remanidas apelaciones a instalar "la imagen  de país serio", que uno puede traducir sin tergiversar su pensamiento, que se trata sólo de un esfuerzo por las apariencias; y todo eso de "mantener las políticas de estado aunque cambien los gobiernos" que desentraña el gatopardismo de los representantes del establishment local... si superamos esos párrafos, la nota es de valiosa actualidad aún fechada en marzo del año pasado, aporta datos y realiza un ejercicio de previsión de escenarios futuros que vale la pena repasar.

Dice Cisneros, tomando como fuente, el banco mundial, que "en los últimos cinco años, el ingreso per cápita del mundo ha crecido más que nunca desde que se llevan registros y no parece ser la expresión de una circunstancia, sino una tendencia estructural que ha llegado para quedarse."

Claro que eso no significa que se distribuya, ni mucho menos que la pobreza hubiera retrocedido, como bien sabemos desde que la teoría de la plusvalía, plantó un certeza difícil de remover máxime en estos tiempos en que las evidencias empíricas contribuyen a confirmarla tanto en el norte como en el sur.

A renglón seguido, expone su mirada teórica: "Normalmente, una crisis se enfrenta aumentando o disminuyendo o la oferta o la demanda. En este caso, la naturaleza de la matriz alimentaria mundial es tal que no puede intervenirse en el mercado regulando las dos variables. Porque la de la demanda solo tiende a aumentar, de manera que la única alternativa es hacer que crezca la oferta."

Economía de la Oferta otra vez sopa. Neoliberalismo de nuevo....

Los párrafos siguientes son más interesantes, habida cuenta de la elocuencia de las cifras:

"Atento a que el aumento de la demanda de alimentos tiene un origen estructural, se calcula que, en la próxima década y pico, para el 2020 concretamente, se producirá un incremento del 20% promedio en los precios de las carnes; del 30% en los del azúcar; del 40%/60% en el trigo, el maíz y la leche en polvo; del 60% en las oleaginosas y mantecas; y del 80% en los aceites vegetales."


En ese marco surge clarísimo el rol de nuestro país:

"Argentina ya es el primer productor y exportador de aceites vegetales, el rubro alimentario con mayor pronóstico de aumento sostenido."

Cisneros concluye y afirma:

"Hasta ahora, en sus casi doscientos años de historia, países como Argentina o Brasil solo pesaban en el mundo por razones cuantitativas, por la cantidad de materias primas que podían aportar a un mercado mundial en el que no usufructuaban posiciones dominantes o cuasi dominantes. El futuro puede presentarse diferente. Argentina podría parecerse a una Arabia Saudita de los alimentos."

No podemos dejar de coincidir con las perspectivas en cuanto a la demanda. Pero la pregunta que se nos ocurre, es cómo debería gestionarse la oferta.

La Rioja es actualmente la principal productora del país y en esta cosecha se espera recolectar unas 120.000 toneladas de aceituna, cultivadas en unas 30.000 hectáreas en total, explicaban desde el gobierno provincial al pedir asistencia para la producción olvícola.

Sin embargo, el Índice de la FAO para los precios de aceites y grasas bajó el 7 por ciento en marzo, interrumpiendo nueve meses de incrementos continuados.

Para la Federación Agraria Argentina la situación viene siendo objeto de preocupación, pero el descenso en el índice general de este mes supone una tregua que se agradece tras las continuas subidas que hemos presenciado en los ocho últimos meses, sostiene David Hallam,  Director de la División de Comercio y Mercados de la FAO, para el organismo de ONU, sería prematuro concluir que se trata de una inversión en la tendencia alcista.

Aún cuando la estrategia de los que gestionan la producción de alimentos es similar a la del tero, hacen el nido en un lugar y pegan el grito en otro, es necesario debatir cuál es el destino de los beneficios extraordinarios que tanto en el presente como en el futuro se producen con el esfuerzo colectivo y los bienes comunes. Será nuestro modelo el de Arabia Saudita?

No se puede seguir en la parábola denunciada por Atahualpa Yupanqui, con el desatino de pensar que Argentina producirá los alimentos para que los disfrute el resto del mundo. Así, las penas son y serán de nosotros, y las vaquitas ajenas.

Pensar el futuro implica pensarlo en términos de solidaridad, porque ninguna estrategia que desprecie la justicia social como fundamento de la sociedad, tiene sustento, la historia lo ha demostrado. 

Para que el desarrollo sea posible, es necesario revisar el concepto de soberanía, interpretar la necesidad de un imprescindible equilibrio interno para  no ceder frente a las tentaciones de afuera, que valiéndose de las desigualdades que favorecen primero al interios de esas sociedades, lenta pero inexorablemente comienzan a desequilibrarlas, bastando un poco de agitación para dejarlas a merced de las misiones internacionales que con pretensiones humanitarias, justifican el bombardeo impiadoso que precede a la ocupación militar. 

Luego el asalto final con la ocupación militar completa el saqueo imperial. Irak, Egipto, Libia y Siria son espejos donde no queremos mirarnos, mucho menos en el de la monarquía híper millonaria saudita.

En un lenguaje más universal y en un escenario parecido, pero no similar, de coyuntura por el crecimiento de la población y la carestía de los alimentos, los anarquistas españoles cantaban:

Porque el burro que come la paja, lleva el trigo para otro corral...

Una familia tipo necesitó en marzo $2.219 para no caer en la pobreza

Así lo reveló un estudio de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. FIEL

Edición Impresa: viernes, 08 de abril de 2011- Diario Los Andes



Por: Natalia Muscatelli

En marzo, una familia tipo necesitó ingresos por $2.219,4 para no caer en la pobreza, lo que implica un alza de 2,7% respecto de febrero, según los cálculos de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).



De acuerdo con esta medición, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -con la que se mide el nivel de indigencia- para un matrimonio con dos hijos alcanzó -el mes pasado- un valor de $1.212,2, es decir que tuvo un aumento de 3,2% respecto del mes anterior. En cambio, si la comparación se realiza en forma interanual, la suba de la canasta básica acumula 24,5% desde marzo del 2010. Mientras que la CBT, que incluye algunos servicios, se apreció un 20,9%.



El Estudio Bein, es una de las consultora imputadas por la secretaría de Comercio que también informó ayer su estimación de los precios. En marzo, la suba fue del 1,8%, y el indicador del Relevamiento de Precios Minoristas (RPM) acumula 5,2% en el primer trimestre del año.



En este caso, las subas estuvieron lideradas por los rubros de Educación, debido al inicio de las clases, a la indumentaria y a otros bienes y servicios, mientras que "los alimentos subieron prácticamente en línea con el nivel general de la inflación mensual", detalló la consultora en su último informe.

Rioja Virtual
Sube la canasta básica El Tribuno
Para FIEL, una familia necesitó $2.219 para no ser pobre
El Cronista JornadaOnline - ON24


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