Son 16 millones de personas, más allá de que desempeñen sus
tareas en blanco o en negro, según datos de la Encuesta Permanente de
Hogares (EPH) del tercer trimestre de este 2012, difundida por el INDEC.
Recordemos que en La Rioja el salario mínimo de bolsillo del empleado
público es de $3.025, por lo que sumando algún que otro ítem llega a ese
rango del promedio nacional.
Siqueiros, mural de 1950.-
Siqueiros, mural de 1950.-
La mitad de la gente ocupada –que engloba a 8 millones de
personas– gana menos de $ 3.000 mensuales, de acuerdo a las cifras de la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del tercer trimestre de 2012,
difundida ayer por el INDEC.
El total de ocupados urbanos suma 16.007.000 personas, ya se trate de empleados en relación de dependencia, por cuenta propia, de profesionales o patrones, estén o no registrados en la Seguridad Social. En promedio, el ingreso general mensual llega a los $ 3.707.
Por otro lado, hay 1.261.000 desocupados, sin ingresos o que reciben la “prestación por desempleo” de menos de $ 400.
Si se desciende en la escala de ingresos, surge que el 30% o 4,8 millones de personas gana menos de $ 2.000, una cifra inferior al salario mínimo . Ese segmento recibe tan solo el 9,3% del total de los ingresos, mientras el 30% superior se queda con el 56,5 por ciento.
Otro dato: la mitad de los varones ocupados gana menos de $ 3.500, en tanto la mitad de las mujeres percibe menos de $ 2.500 . En parte, esto se debe a que las mujeres trabajan menos horas porque cargan con el trabajo adicional de sus hogares, en especial las que se desempeñan en el servicio doméstico por horas, con ingresos más bajos.
Este ingreso tan bajo se debe a varias razones: el 35,5% de los asalariados se desempeña en negro, hay más de un millón de “subocupados demandantes”, así llamados porque trabajan pocas horas aunque quieren trabajar más o están buscando otro empleo adicional, y hay una vasta franja de monotributistas de bajos ingresos. Pero también porque la inflación hizo lo suyo, ya que fue licuando las mejoras salariales, en especial de los que ganan menos.
Los más afectados son los trabajadores no calificados: la mitad gana menos de $ 1.600 mensuales.
Si se suma todo el ingreso de las familias –porque además del jefe de hogar trabajan otros integrantes– en el 30% de los hogares ingresan menos de $ 3.690 mensuales .
Esta cifra muestra que el poder de compra del grueso de los trabajadores ocupados sigue siendo bajo e insuficiente frente al costo de la canasta familiar, según los registros oficiales.
Por encima de los $ 5.000 mensuales está sólo el 20% de los ocupados –3.200.000 personas–, que en su mayoría están alcanzados por el impuesto a las Ganancias y dejaron de percibir o están cobrando asignaciones familiares más bajas o congeladas en los valores de 2008.
El total de ocupados urbanos suma 16.007.000 personas, ya se trate de empleados en relación de dependencia, por cuenta propia, de profesionales o patrones, estén o no registrados en la Seguridad Social. En promedio, el ingreso general mensual llega a los $ 3.707.
Por otro lado, hay 1.261.000 desocupados, sin ingresos o que reciben la “prestación por desempleo” de menos de $ 400.
Si se desciende en la escala de ingresos, surge que el 30% o 4,8 millones de personas gana menos de $ 2.000, una cifra inferior al salario mínimo . Ese segmento recibe tan solo el 9,3% del total de los ingresos, mientras el 30% superior se queda con el 56,5 por ciento.
Otro dato: la mitad de los varones ocupados gana menos de $ 3.500, en tanto la mitad de las mujeres percibe menos de $ 2.500 . En parte, esto se debe a que las mujeres trabajan menos horas porque cargan con el trabajo adicional de sus hogares, en especial las que se desempeñan en el servicio doméstico por horas, con ingresos más bajos.
Este ingreso tan bajo se debe a varias razones: el 35,5% de los asalariados se desempeña en negro, hay más de un millón de “subocupados demandantes”, así llamados porque trabajan pocas horas aunque quieren trabajar más o están buscando otro empleo adicional, y hay una vasta franja de monotributistas de bajos ingresos. Pero también porque la inflación hizo lo suyo, ya que fue licuando las mejoras salariales, en especial de los que ganan menos.
Los más afectados son los trabajadores no calificados: la mitad gana menos de $ 1.600 mensuales.
Si se suma todo el ingreso de las familias –porque además del jefe de hogar trabajan otros integrantes– en el 30% de los hogares ingresan menos de $ 3.690 mensuales .
Esta cifra muestra que el poder de compra del grueso de los trabajadores ocupados sigue siendo bajo e insuficiente frente al costo de la canasta familiar, según los registros oficiales.
Por encima de los $ 5.000 mensuales está sólo el 20% de los ocupados –3.200.000 personas–, que en su mayoría están alcanzados por el impuesto a las Ganancias y dejaron de percibir o están cobrando asignaciones familiares más bajas o congeladas en los valores de 2008.
Muy ilustrativo el informe!!!, es bueno contar con estas publicaciones, sobre todo,para los que, como yo no somos duchos en economía.
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